jueves, 22 de noviembre de 2007

La quinta enfermedad , tambien conocida cono: Eritema infeccioso

Existe una dolencia que a veces pasa inadvertida, o al menos no diagnosticada, durante la niñez, y es la conocida como Megaloeritema o V enfermedad. Esta vieja designación, que todavía subsiste, proviene del siglo XIX, cuando se asignaban números romanos (del I al VI) a los exantemas (enrojecimientos de la piel) más frecuentes de la infancia.
Se trata de uno de los males causados por el parvovirus B19, un virus perteneciente a la familia Parvoviridae, que comúnmente infecta a humanos: aproximadamente 50% de las personas estuvieron infectadas por él en algún momento durante la niñez o adolescencia. Hay que aclarar que el parvovirus B19 infecta sólo a los humanos. También hay parvovirus en animales, pero esos no infectan a las personas. Por lo tanto, no se puede adquirir el parvovirus B19 de las mascota, por ejemplo un perro o un gato.
El eritema infeccioso o 5ª enfermedad se manifiesta leve, con un sarpullido que ocurre con mayor frecuencia en los niños. Un niño enfermo por lo general tiene un exantema de "mejillas abofeteadas" en la cara y un exantema rojo, llamado reticular, en el tronco y las extremidades. Ocasionalmente, el exantema puede picar. El niño usualmente no se siente muy enfermo, y el exantema desaparece en 7 a 10 días. Una vez que el niño se recupera de la infección por parvovirus, desarrolla una inmunidad duradera, lo que significa que el niño está protegido contra una futura infección.

Los síntomas articulares
El parvovirus B19 se ha encontrado en las secreciones respiratorias (la saliva, el esputo y el moco nasal) de personas infectadas antes de que aparezca la erupción cutánea, cuando simplemente parecen tener "un resfriado". El virus probablemente se propague de una persona a otra por contacto directo con dichas secreciones, tales como compartir vasos de beber o utensilios. En un hogar, hasta un 50% de las personas susceptibles, expuestas a un miembro de la familia que tiene la 5ª enfermedad, pueden ser infectadas. Durante los brotes escolares, de 10% a 60% de los alumnos pueden contraerla.
Durante los brotes de esta infección, aproximadamente 20% de los adultos y los niños infectados no presentan síntomas. La quinta enfermedad por lo general es leve. Se cura sin tratamiento médico en niños y adultos que no tienen otros problemas de salud. Un adulto que no ha sido infectado con el parvovirus B19 puede ser infectado y enfermarse, y desarrollar el sarpullido o exantema, pero también dolor o inflamación articular. Los síntomas articulares por lo general desaparecen en una o dos semanas, pero en algunas personas pueden durar varios meses. El dolor e inflamación articular desaparecen en los adultos sin dejar ningún tipo de discapacidad a largo plazo.

La mamá y su bebé
Por lo general, no hay complicación grave para una mujer embarazada o su bebé debido a la exposición a una persona con esta enfermedad. Aproximadamente 50% de todas las mujeres ya son inmunes al parvovirus B19, y tanto ellas como sus bebés están protegidos contra la infección. Aun si una mujer es susceptible y es infectada, lo más probable es que solamente tenga una enfermedad leve, al igual que su bebé.
Sin embargo, algunas veces la infección por el parvovirus B19 hace que el bebé tenga una anemia severa cuando todavía está en el vientre de la madre y que esto genere un aborto espontáneo. Esto ocurre en menos del 5% de todas las mujeres embarazadas infectadas con el parvovirus B19 y ocurre más frecuentemente durante la primera mitad del embarazo. No hay evidencia de que la infección por el parvovirus B19 cause defectos congénitos o retardo mental.
Si usted ha estado en contacto con alguien que tiene la quinta enfermedad o si usted tiene una enfermedad que puede ser causada por el parvovirus B19, debe hablar con su médico. Quizá le haga un examen de sangre para ver si ha sido infectada con el parvovirus B19. Éste puede determinar que:


  • usted es inmune al parvovirus B19 y que no hay indicación alguna de que tuvo una infección reciente,

  • que usted no es inmune y aún no ha sido infectada o

  • que usted ha tenido una infección reciente.

Mamás preocupadas
En cuanto a la prevención, no hay todavía vacuna que prevenga la infección por parvovirus B19. El lavado frecuente de manos es recomendado como uno de los métodos más prácticos y quizá efectivos para reducir la transmisión del parvovirus. El excluir a personas con la quinta enfermedad del trabajo, centros de cuidado de niños (guarderías), escuelas u otras situaciones similares probablemente no va a evitar la transmisión del parvovirus B19 puesto que las personas enfermas son contagiosas antes de desarrollar el sarpullido característico.
Si una mujer embarazada es inmune al parvovirus B19, no tiene por qué preocuparse. Si no es inmune y no ha sido infectada aún, debería hacer lo posible por no volver a quedar expuesta durante el embarazo. Si ha tenido una infección reciente, debe preguntarle a su médico acerca de cómo puede vigilar de cerca su embarazo.
No hay una recomendación universalmente aceptada sobre cuál es la mejor forma de atender a una mujer embarazada infectada con el parvovirus B19. Algunos médicos tratan la infección del parvovirus B19 como una condición de poco riesgo y siguen con los cuidados prenatales normales. Otros médicos pueden incrementar la frecuencia de las visitas médicas y hacer pruebas de sangre y ultrasonidos para monitorear la salud del bebé. Sin embargo, el beneficio de estos exámenes en esta situación no es evidente. Si el bebé por nacer parece estar enfermo, hay opciones diagnósticas y terapéuticas disponibles, y su obstetra discutirá con usted estas opciones y sus posibles riesgos y beneficios.
- con datos de los Centros de Prevención y Control de las Enfermedades (CDC) de los EUA -

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