martes, 18 de diciembre de 2007

¿Qué se sabe sobre el amamantamiento?

La lactancia materna es una instancia de movilización social que cobra mayor importancia cada año. Pero como existe tanto información confiable, probada científicamente, como otra, que raya en el mito y la mentira, a continuación algunos Verdaderos o falsos sobre la mejor forma de alimentar al bebé.
Dar el pecho ayuda a perder, en forma natural, los kilos de exceso acumulados durante el embarazo.
Cuanto más seguido se le da el pecho al bebé, más rápido se vacía la glándula mamaria y, en consecuencia, produce menos leche.
No es recomendable beber demasiada agua antes de amamantar, ya que puede producir leche aguada que no alimentará en forma suficiente al bebé.
Si un niño no aumenta bien de peso, es posible que la leche de su madre sea de baja calidad.
La alimentación con leche materna más allá de los seis meses tiene un valor más afectivo que nutricional.
Es mejor no darle demasiado tiempo de mamar de un solo pecho para evitar que se vacíe del todo.
Es bueno esperar a que se llenen totalmente los pechos para ofrecércelos al bebé.
Un bebé de dos meses requiere aproximadamente entre siete y ocho mamadas o tomas de leche materna, a los cuatro meses esta cantidad disminuye a seis tomas; y luego de esa edad sólo necesita entre cuatro y cinco.
Si un bebé muy pequeño permanece dormido por más de tres horas y no reclama alimento es bueno despertarlo.
Algunos niños pueden presentar alergia a la leche materna.
No es necesario utilizar siempre ambos pechos en cada toma o mamada.
Amamantar a un niño durante mucho tiempo puede causar obesidad cuande éste crezca.
Es importante que el niño se acostumbre desde recién nacido a tomar el pecho cada 3 horas y mantener esa frecuencia.
Posicionar al bebé “vientre con vientre” o “panza con panza” ayuda a evitar que tenga cólicos.
Es malo hacer dieta para adelgazar durante el período de lactancia.
Respuestas

  • Respuesta 1: VERDADERO La finalidad de la acumulación de grasas durantes el embarazo, es justamente la de conformar una reserva para la producción de leche cuando el niño nace. Por ello cuanto más amamante una mujer a su hijo más se consumirán esas reservas y no necesitará hacer luego ninguna otra dieta para recuperar su peso.

  • Respuesta 2: FALSO. La producción de leche aumenta cuanto más se la estimule, es decir que si una mujer coloca al bebé al pecho más seguido, éste succionará y estimulará la bajada de leche. Cuanto más frecuentemente se produzca este estímulo mayor cantidad de leche producirá la madre. La producción de la leche ha demostrado estar relacionada con la frecuencia de las tomas. La cantidad de leche empieza a disminuir cuando las tomas son poco frecuentes o restringidas.

  • Respuesta 3: FALSO. La leche materna está compuesta por agua como componente principal, por eso es muy importante que la madre se encuentre muy bien hidratada. La composición nutricional de la leche materna NO varía con la cantidad de agua que la madre bebe. Sin embargo, si no dispone de suficiente cantidad de líquido la producción de leche disminuye.

  • Respuesta 4: FALSO. No existe ninguna leche materna de baja calidad. Los estudios científicos demuestran que aun las mujeres desnutridas son capaces de producir leche de suficiente calidad para cubrir las necesidades de crecimiento del niño (salvo que la desnutrición fuera muy severa). En la mayoría de los casos, el escaso aumento de peso se debe al consumo insuficiente de leche materna o a un problema orgánico del niño. El consumo insuficiente puede deberse a un mal posicionamiento, falta de apoyo familiar, baja producción por falta de estímulo o baja ingesta de líquidos.

  • Respuesta 5: FALSO. A medida que el niño va creciendo y madurando, la composición de la leche materna cambia. Después de los seis meses de edad, los requerimientos específicos del bebé hacen que sea necesario incorporar alimentos complementarios adecuados. Sin embargo, la leche materna continúa siendo su fuente primordial e ideal de nutrición durante el primer año. Recién después de los doce meses se convierte en complemento de los alimentos. Además, al aportarle sustancias de defensa llamadas inmunoglobulinas, la leche materna continúa complementando y ayudando al sistema inmune mientras el niño la siga tomando.

  • Respuesta 6: FALSO. El cuerpo de la mujer produce leche según la demanda, cuanto más vacío este el pecho, más rápido trabajará para volver a llenarlo. Mientras que cuanto más lleno esté el pecho, más lenta será la producción de leche.

  • Respuesta 7: FALSO. Ya que el cuerpo produce leche según los estímulos que recibe para ello, si la mujer siempre espera a que se le "llenen" los pechos antes de amamantar, su cuerpo puede recibir el mensaje de que está produciendo demasiada leche y entonces, reducir la producción.

  • Respuesta 8: FALSO. La producción de leche por parte de la madre y su capacidad de almacenamiento (que a su vez está relacionado con el tamaño del pecho), así como las necesidades de crecimiento del niño, son los factores que determinan la frecuencia de las tomas del niño. El hecho de que existan días en que se producen picos de crecimiento y además las enfermedades que pudiera presentar el niño, también pueden cambiar temporalmente los patrones alimenticios del bebé. Por eso no es bueno imponer límites a la frecuencia o duración de las tomas o mamadas, ya que puede traer como consecuencia un consumo demasiado bajo de calorías.

  • Respuesta 9: VERDADERO. Los niños en general dan señales cuando tienen hambre. Sin embargo es posible que los recién nacidos no se despierten tan a menudo como lo necesitan, por lo que hay que despertarlos si fuera necesario para que coman por lo menos ocho veces cada 24 horas.

  • Respuesta 10: FALSO. El alimento más natural, sano e inofensivo que el niño puede ingerir es la leche materna. Si el bebé muestra señales de sensibilidad relacionadas con la alimentación, en general puede deberse o a enfermedades metabólicas muy raras o a alguna proteína extraña que hubiera ingerido la madre y logrado entrar a la leche materna, y no a la leche materna en sí. Esto último se evita fácilmente eliminando el alimento alergénico de la dieta durante un tiempo.

  • Respuesta 11: VERDADERO. Es muy importante que el niño se prenda por el tiempo suficiente (por lo menos diez minutos) a un mismo pecho ya que al principio la leche que baja tiene menor cantidad de grasas y por ende menos calorías que la llamada “segunda leche”. Si se le cambia de lado antes de tiempo, se llenará de la leche primera, más baja en calorías, en vez de obtener el equilibrio natural entre la primera y segunda leche. Esto podría producir que el niño no aumente de peso adecuadamente al no consumir la cantidad adecuada de calorías.

  • Respuesta 12: FALSO. Los niños nacen con capacidad para ingerir la cantidad adecuada de leche que requieren según sus necesidades. Esta capaciad de autoregular sus patrones alimenticios se manifiesta a través del amamantamiento. Es la alimentación con biberón y la introducción precoz de otros alimentos la causa de mayor riesgo de obesidad al crecer, no la lactancia natural.

  • Respuesta 13: FALSO. La cantidad de leche que una madre produce llega a su punto óptimo cuando se le permite al niño sano amamantar a demanda, es decir tantas veces como lo necesite. Cuando el niño es muy pequeño esto puede suceder a intervalos de tiempo menores que tres horas, ya que la capacidad gátrica del bebé recién nacido es muy pequeña.

  • Respuesta 14: VERDADERO. Colocar al bebé de esta forma favorece que la boca del niño rodee perfectamente al pezón, mientras que si el niño es posicionado con el vientre hacia arriba y debe prenderse al pecho girando la cabeza de costado, puede quedar un espacio entre la boca y el pecho por el cual entre aire, lo que puede producirle malestares o cólicos.

  • Respuesta 15: VERDADERO. El amamantamiento es uno de los momentos biológicos en los que más energía se necesita. Si restringimos la cantidad de calorías consumidas puede afectar adversamente la producción de leche.
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