jueves, 17 de enero de 2008

Contra el SIDA en niños, un paso hacia adelante

Desde que hizo su aparición en 1981, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, SIDA, no dejó de sumar casos, a la vez que incorporó nuevos tratamientos que mejoran la calidad de vida de los enfermos.
Los números son elocuentes. De acuerdo con estadísticas de UNAIDS o ONUSIDA se estima que el número mundial de enfermos de HIV asciende a 33.2 millones de hombres; 13.8 millones de mujeres y 1.2 millones de niños.
En Argentina, los afectados locales ascendían hasta hace poco a 16.259 enfermos, de ellos 1186 eran casos pediátricos, es decir menores de 13 años, según los últimos datos suministrados por el Programa de Nacional de Lucha contra los Retrovirus del Humano y SIDA.
En el Hospital Nacional de Pediatría Prof. Dr. Juan P. Garraham se realizó un seguimiento pormenorizado de la situación de los niños. Allí, más precisamente en el departamento de Neurología fueron atendidos entre enero de 1990 hasta el mismo mes de 1999, 856 chicos con HIV positivo.
Los resultados de esta investigación fueron presentados en un trabajo titulado "Parálisis Cerebral en niños con SIDA trasmitido verticalmente a través de la madre" en los congresos de EPOS (European Pediatric Orthopaedic) en Milán, Italia; y en el encuentro organizado por Pediatric Orthopaedic Society of North America (POSNA), que tuvo lugar en Vancouver, Canadá.
Los nuevos tratamientos antirretrovirales cambian la historia natural de esta severa enfermedad que deja como secuela retardo mental, manifestaciones espásticas y eventualmente conduce a la muerte, indica el estudio.
Caso por caso.
De los 856 casos con HIV positivo que fueron registrados a lo largo de casi una década, 262 recibieron la combinación antirretroviral recomendada por Control Disease-Center, más conocida por su sigla CDC.
“En estos pacientes el hecho de ser bien tratado, bien diagnosticado y bien medicado, permite disminuir las secuelas motoras que puedan llegar a tener”, precisan.
La diferencia que se registra entre el chico bajo tratamiento y aquel que no lo está es notable: El niño que no es medicado muere de lesiones cerebrales graves. En tanto, que el pequeño tratado logra una vive con mayor calidad funcional.
La investigación registró que de los niños enfermos que recibían la medicación, un total de 201 (el 76 por ciento) desarrollaron consecuencias neurológicas causadas por el SIDA. De ellos 16 mostraban paraplejía espástica, un trastorno que dificulta la marcha, y siete casos fueron intervenidos quirúrgicamente.
¿Los resultados tras la operación? No hubo complicaciones derivadas de la cirugía, reveló el estudio. Estos niños adquirieron independencia en su marcha con ortesis y bastones.
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