viernes, 25 de enero de 2008

Sabes manejar tu cepillo dental ?

Corregir y reafirmar

De un buen cepillado depende no sólo la salud de los dientes y las encías sino de todo el organismo, ya que la boca es su puerta de entrada. Aún cuando tengamos el excelente hábito de cepillar regularmente nuestros dientes puede que no estemos obteniendo todo el beneficio que esta práctica reporta, ya que no todos hemos aprendido a hacerlo de manera adecuada, ni cómo manejar, limpiar y guardar el cepillo dental.


Casi siempre escuchamos hablar de la necesidad de enseñar a los niños el hábito de practicar la higiene de su boca, pero: ¿conocen la manera correcta de hacerlo los adultos a cargo de su educación? Para repasar y corregir esta práctica de higiene básica hemos recurrido a los expertos de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) de los EUA.


El cepillado dental con pastas que contengan flúor es un método simple, ampliamente recomendado y practicado para el cuidado de nuestros dientes. Cuando se realiza en forma habitual y apropiada, el cepillado dental puede reducir la cantidad de placa que contiene a la bacteria asociada con la enfermedad gingival y la caries dental, como así también proveer los beneficios del flúor en la prevención de las caries.

Higiene ante todo










Los CDC no tienen conocimiento hasta hoy de ningún efecto adverso para la salud que esté directamente relacionado al uso del cepillo dental, aunque las personas con desórdenes sanguíneos (hemorragias) y quienes tienen un sistema inmunológico inadecuado pueden sufrir lesiones a causa del cepillado dental y necesitan buscar métodos alternativos de higiene oral.


La boca es el hogar de millones de gérmenes. Al remover la placa y la suciedad de los dientes, el cepillo se contamina con bacterias, sangre, saliva, detritos bucales y pasta dental. Una simple pero indispensable recomendación es enjuagar el propio cepillo con agua corriente después de cada cepillado. Algunas investigaciones especiales han sugerido que, aun después de un profundo enjuague, los cepillos dentales pueden permanecer contaminados con organismos potencialmente patogénicos. En respuesta a esto, se han desarrollado diversos medios de limpieza, desinfección o esterilización de los cepillos dentales en uso. Sin embargo, a la fecha, no se ha publicado ninguna investigación que registre algún caso en el que el cepillado con cepillos dentales contaminados haya provocado en el usuario la recontaminación de su boca, infecciones bucales u otros efectos adversos para su salud.

Cuidado del cepillo dental

• No es recomendable compartir los cepillos dentales. El intercambio de fluidos corporales que esto promovería, aumenta el riesgo de contraer infecciones para quienes los compartan. Esta es una consideración particularmente importante para las personas con sistemas inmunes comprometidos o con enfermedades infecciosas.


• Después del cepillado, enjuague su cepillo dental cuidadosamente con agua corriente para remover la pasta dental y los detritos, déjelo secar al aire libre, y guárdelo en posición vertical con las cerdas hacia arriba. Si varios cepillos comparten el mismo cepillero, no permita que haya contacto entre ellos.


• No es necesario remojar los cepillos dentales en soluciones desinfectantes o enjuagues bucales. En realidad, esta práctica puede provocar la contaminación entre cepillos si la solución se utiliza durante un periodo largo o si varios usuarios la comparten. Tampoco es necesario utilizar lavavajillas, dispositivos de microondas o rayos ultravioleta para desinfectarlos. Estas medidas pueden dañarlos.


• No mantenga los cepillos cubiertos ni los guarde en recipientes cerrados. Un ambiente húmedo es más propicio para el crecimiento bacteriano que el aire libre.


• Reemplace su cepillo dental cada 3/4 meses, o antes si las puntas de las cerdas aparecen gastadas o dobladas. Esta recomendación está basada en la vida útil del cepillo dental y su posterior pérdida de efectividad mecánica, no por su contaminación bacteriana.

Aprender en la escuela

Los primeros responsables de enseñar estas cosas a los niños son sus padres o encargados. También es tema de enseñanza de los establecimientos educativos, desde muy temprana edad. El cepillado dental en ámbitos grupales debe supervisarse para asegurar que los cepillos no se compartan y que sean utilizados apropiadamente. En estos ambientes, la probabilidad de que el cepillo se contamine es muy alta, sea esto porque los niños juegan con ellos o porque los cepillos dentales son guardados en forma inapropiada. Además, existe una pequeña posibilidad de que los cepillos puedan contaminarse con sangre durante el cepillado. Aunque el riesgo de transmisión de enfermedades a través de los cepillos dentales es mínimo, es una causa potencial a considerar. Hay que asegurar que cada niño tenga su propio cepillo dental con su identificación. No permitir que los niños compartan ni pidan prestados los cepillos dentales.


Para prevenir la contaminación a través del tubo de la pasta dental, asegurar que se elimine un trocito de pasta sobre un papel encerado siempre antes de aplicarla sobre el cepillo dental. Recordar:
• Después de que los niños finalizan el cepillado, asegurarse de que enjuaguen y guarden sus cepillos dentales como se ha recomendado.
• Suministrar a los niños vasos descartables para enjuagarse después del cepillado. No permitirles que compartan sus vasos y asegurar que los descarten apropiadamente después de un solo uso.


Este artículo reproduce información de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) de los EUA.

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