viernes, 14 de diciembre de 2007

¿Qué es la amniocentesis?

En qué consiste
La amniocentesis es un procedimiento que se utiliza para obtener una muestra del líquido amniótico que rodea al feto, con el objeto de realizar exámenes en búsqueda de posibles situaciones peligrosas. Para obtener la muestra, se inserta una aguja muy fina a través del abdomen hasta llegar al útero, para lo cual debe determinarse exactamente la posición del feto y de la placenta a fin de no dañarlos. Esa determinación se realiza generalmente por la técnica del ultrasonido.
Puede realizarse en las etapas finales del embarazo para determinar la anemia fetal, la intolerancia al Rh, y para determinar si los pulmones del feto están lo suficientemente maduros como para que nazca. Pero desde hace un tiempo, la amniocentesis comenzó a usarse durante el segundo trimestre de la gestación para indagar sobre la posibilidad de ciertos defectos genéticos o cromosómicos como el Síndrome de Down, o de ciertas malformaciones.
La exactitud de la amniocentesis en el diagnóstico de anomalías cromosómicas está entre el 99 y el 100%. Pero no es un test que se indique a todas las mujeres embarazadas, ya que presenta un pequeño riesgo de infección o de aborto espontáneo. Según un estudio de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de los EUA (CDC), puede producir un aborto espontáneo por cada 400/200 embarazos.
Es cada vez más común que se practique entre 15 y 18 semanas después de la última menstruación. La amniocentesis temprana, entre las semanas 11 y 14 después del último período menstrual, no es recomendada a menudo por suponerse más peligrosa que la anterior.
La importancia de obtener una muestra del líquido amniótico es que en él existen células vivas del feto. Al hacer crecer durante una/dos semanas estas células en laboratorio pueden descubrirse anomalías cromosómicas y algunos defectos genéticos. El líquido también contiene alfafetoproteína (AFP), cuyo nivel medido en el laboratorio puede indicar el riesgo de ciertas alteraciones.
Luego de realizada la toma de la muestra, se recomienda que la embarazada descanse durante varias horas y que evite los esfuerzos físicos como permanecer de pie mucho tiempo, levantar o acarrear objetos pesados, etc.


Usos e indicación
Puede sugerirse su realización para la detección de trastornos cromosómicos cuando la mujer tiene 35 años de edad o más en el momento del parto, edad en que aumenta el riesgo de engendrar hijos con alteraciones cromosómicas. En el caso del Síndrome de Down, en el cual existe un cromosoma más que en los casos normales, las probabilidades aumentan cuatro veces luego de los 35 años, y varias veces más luego de los 40.
En el caso de un embarazo o un niño anterior con una anomalía cromosómica, o un antecedente familiar, suele ofrecerse la realización de la amniocentesis. También cuando existen antecedentes familiares de niños con defectos del tubo neural (médula espinal y cerebro, espina bífida y anacefalia). La amniocentesis puede diagnosticarlos midiendo el nivel de una sustancia producida por el feto (AFP) en el líquido amniótico. También puede hacerse cuando los estudios de AFP en la sangre de la madre hablen de un riesgo de que el niño pueda presentar esas alteraciones.
Mediante la amniocentesis también es posible diagnosticar infecciones uterinas y puede determinar la gravedad de una anemia fetal en casos de intolerancia al Rh para decidir sobre la necesidad de transfusiones de sangre para mantenerlo con vida.
Ya que la mayoría de las anomalías de nacimiento diagnosticadas por la amniocentesis no son tratables, muchos han criticado duramente la realización de este test prenatal, por considerarlo motivador de la realización de abortos.


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