viernes, 14 de diciembre de 2007

Retardo del crecimiento en el embarazo

Definición
Un niño presenta un retardo en el crecimiento dentro del seno materno cuando puede estimarse que posee un peso muy inferior al que le corresponde al período gestacional en el que se encuentra la madre. En caso de nacer en el momento en que se detecta el retraso en el crecimiento, su peso se encontraría muy por debajo de los estándares obtenidos de niños considerados "sanos", cuyas madres no padecieron ninguna enfermedad conocida.
Diversos son los factores que pueden actuar modificando el crecimiento normal en el vientre de la madre; de hecho, en el 60% de los casos se los puede identificar. Entre los más frecuentes se destacan:
a) factores de riesgo presentes antes de la concepción, como el bajo nivel socioeconómico, primer hijo, edades limítrofes (adolescencia, edad avanzada), enfermedades como hipertensión arterial y diabetes;
b) factores de riesgo en el momento del embarazo, como embarazo múltiple, hipertensión inducida por el embarazo, período entre dos gestaciones menor a un año, aumento de peso al final del embarazo inferior a lo esperado, infecciones bacterianas, virales y parasitarias;
c) factores relacionados con los hábitos maternos, como tabaquismo, consumo de excesivo de cafeína o alcohol y estrés, entre otras.
Los niños considerados pequeños para su edad gestacional presentan un riesgo de mortalidad perinatal ocho veces superior que aquellos que presentaron un peso al nacer dentro de los límites normales.

¿Cómo detectarlo?
Desafortunadamente, en muchos casos el primer contacto que se tiene con la mujer es cuando ya está embarazada, por lo que en ese momento y en los subsiguientes controles prenatales deben identificarse aquellos factores de riesgo enunciados anteriormente, capaces de influenciar en el crecimiento del bebe dentro el útero. Con ésto se intentará detectarlos cuanto antes y poder corregirlos.
Generalmente, el retardo en el crecimiento es detectado recién entre las semanas 30 y 32, manifestándose con movimientos fetales escasos, disminución o cese del crecimiento del tamaño del vientre materno y poco aumento de peso de la madre.
La ecografía constituye el método diagnóstico de mayor sensibilidad para la detección de este trastorno.
En todos los casos debe conocerse fehacientemente la semana de gestación en la que se encuentra la madre, para no cometer el error de diagnosticar un retardo del crecimiento cuando en realidad es un niño con un crecimiento normal y en lo que se está equivocado es en la edad gestacional.

¿Cómo prevenirlo?
Antes y durante el embarazo pueden adoptarse una serie de medidas generales tendientes a evitar su aparición, como abandonar el cigarrillo, mejorar la alimentación para poseer un estado nutricional lo más adecuado posible y evitar las situaciones de estrés.
En caso de anemia o hipertensión inducida por el embarazo deben ser corregidas y fundamentalmente prevenidas con los controles prenatales que sean necesarios.
El reposo, principalmente acostadas de costado mejora la circulación a nivel del útero y la placenta.
Cuando el trastorno es detectado en las fechas próximas al parto, la decisión de continuar con el embarazo o inducir el parto depende de los recursos con los que se cuenten para asegurar la salud del hijo.

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